No es que no te entienda, es que no confío en ti
La falta de confianza, y no la falta de educación ni el desconocimiento de los productos, parece ser el principal obstáculo para la contratación de un seguro de salud en un experimento aleatorizado realizado en el terreno que indica las prioridades para las empresas de seguros, las autoridades normativas y los donantes interesados en aumentar la contratación de productos.
Los investigadores dividieron a los miembros de 150 centros de recolección de té en cuatro grupos: un grupo de márketing elemental, en el cual se proporcionó información sobre el producto; un grupo de educación, en el cual el márketing se reforzó mediante un curso intensivo de diez semanas sobre conocimientos financieros utilizando círculos de estudio; un grupo de recomendación a homólogos, en el cual los miembros tuvieron la oportunidad de reducir los costos de afiliación al inscribir a sus homólogos, y un grupo de control en el cual no se ofreció ningún seguro.
Los investigadores no observaron ningún efecto de la formación en materia de conocimientos financieros en la contratación de un seguro. Esto fue sorprendente porque la tasa de asistencia era elevada, y una prueba posterior mostró que el curso aumentaba los conocimientos de los participantes. La falta de efectos de la educación, a pesar del alto grado de cumplimiento y del aparente aprendizaje tras la formación, indica que la educación limitada no es el principal obstáculo para la participación en los seguros. Los investigadores están convencidos de que la falta de confianza puede constituir un mayor obstáculo para la contratación de un seguro, tal como dan a entender los resultados de un experimento complementario que evalúa la confianza de los miembros en la empresa de seguros.
Para más información sobre la concepción y los resultados de la investigación, consúltese el Research Paper No. 10. Para conocer los resultados sobre la evaluación de la confianza, véase el documento complementario: “The demand for insurance under limited credibility: Evidence from Kenya”.