Una prueba piloto estructurada convenientemente puede facilitar un lanzamiento más exitoso del producto
Las organizaciones pueden utilizar las fases piloto para probar eficientemente nuevos productos y procesos a pequeña escala. Para obtener resultados útiles, la organización debe definir la fase piloto como una actividad independiente con una estrategia centrada en la evaluación para seguir el producto y los procesos durante la etapa piloto. En Jordania, Microfund for Women (MFW), miembro de la red de Women’s World Banking (WWB), utilizó con éxito la fase piloto para validar y mejorar el diseño del producto, los procesos administrativos y los materiales promocionales de WWB’s Caregiver, un producto suplementario que proporciona pagos en efectivo para cubrir costos imprevistos (como transporte y pérdida de salario) incurridos durante la hospitalización.
Antes de comenzar, MFW diseñó un protocolo para la fase piloto que definía cómo se llevaría a cabo, los procesos a seguir, y los indicadores de desempeño a medir. El producto piloto se mantuvo pequeño y controlado para crear el enfoque y minimizar los costos e interrupciones durante la fase de prueba. MFW seleccionó 2 de las 24 sucursales para la prueba piloto, y la primera prueba se hizo en su sucursal más grande localizada cerca de la oficina central en Amman.
MFW siguió cuidadosamente el progreso y recogió información cuantitativa y cualitativa de los clientes y del personal utilizando discusiones por grupos focales y encuestas, y a través de observaciones de la actividad del producto piloto. MFW llevó a cabo una revisión formal al final de la fase piloto. Basándose en los resultados, MFW mejoró sus materiales de comercialización, la formación de sus oficiales de crédito y los procesos de presentación de siniestros antes de desarrollar de forma sistemática el producto al resto de sucursales.
Para más información sobre pruebas piloto y Microfund for Women, véase el Learning journey.